Las escandalosas cifras duras del FUT, o el arte de meternos el dedo en la boca hasta el hombro
No
es difícil conocer en detalle nuestra realidad tributaria. La web del SII
entrega, de hecho, información bastante completa al respecto, por lo que
cualquier ciudadano interesado puede, si lo desea, recurrir a ella y empaparse
de cifras de las llamadas “duras”.
Si
usted quiere saber, por ejemplo, cuál es la verdad de la milanesa respecto del
tan manoseado FUT, ésta es la información a la que debe recurrir: la oficial,
la formal, la pertinente; la que lo dejará clarito. Para no andar hablando del
tema sin respaldo, digo yo.
Así
que hagamos en conjunto el ejercicio, ¿le parece? Vaya a la página principal
del SII, busque el link Estadísticas y estudios
del SII (en la parte inferior, bajo el acápite “Sobre el SII”) y haga clic
en él. En el recuadro Estadísticas de
impuestos, haga clic en Serie de
ingresos tributarios anuales, después, en Serie de Ingresos Tributarios Anuales 2009-2011, y luego, en Serie de Ingresos Consolidados Anuales.
¿Me siguió? Si lo hizo bien, se bajará un archivo zip llamado “consolidados”.
Ábralo sin miedo (no tiene virus ni muerde). Le dará acceso a una planilla
Excel denominada Serie de Ingresos Tributarios Consolidados Anuales 2009-2012.
Por último, abra la planilla.
Hay
en ella un montón de líneas ocultas. Si quiere tener a la vista toda la
información que contiene, oprima los signos + que aparecen a la izquierda.
¿Estamos listos? Bien, analicemos entonces la información presentada.
Está
ahí la recaudación, para los años 2009 a 2012, de todos los tipos de impuestos:
a la renta, IVA, específicos, a los actos jurídicos (timbres y estampillas), al
comercio exterior (aranceles) e impuestos varios (herencia, patentes mineras, juegos
de azar, entre otros). Usted puede refocilarse (si disfruta con el tema, desde
luego; sobre gustos…) revisando su comportamiento y su importancia relativa. Un
alcance: las cifras están en pesos nominales, por lo que si quiere compararlas
año a año, tiene que darse el trabajo de actualizarlas (¿por qué no se presenta
una segunda planilla donde esa tarea esté efectuada, ahorrando así
complicaciones al usuario? Misterio).
Dos
consideraciones generales: el IVA es el principal instrumento de recaudación tributaria
(supera al impuesto a la renta en los cuatro años considerados); y los
impuestos específicos representan poco menos del 10% de los impuestos totales,
siendo el de los combustibles, el más incidente. Anótelas, y úselas como le
plazca. Para eso están.
Vamos
al tema de la renta, objetivo central de este artículo. Usando las columnas de
la derecha usted, como avezado usuario de Excel, puede calcular los porcentajes
que representa cada ítem sobre la recaudación total. Si lo hace, observará que
el impuesto de primera categoría sobre renta efectiva ($ 5,8 billones), que es
el que paga la mayoría de las empresas en nuestro país, alcanza el 2012 al 24%
(en los años anteriores varió entre un 27% y un 18%). Dicho pago, como usted
sabe, es el que queda anotado en el registro FUT para ser usado por los
empresarios como crédito para sus impuestos personales (por si no le quedó
claro, el impuesto de primera categoría pagado por las empresas NO es de
beneficio fiscal, sino sólo un anticipo de los impuestos personales de sus
propietarios; las empresas no pagan impuestos en Chile).
¿Y a cuánto ascienden
dichos impuestos personales? Analicemos el caso de los empresarios nacionales y
dejemos para una futura columna el de los extranjeros: el dato está en la fila
27 (impuesto global complementario determinado). Como puede usted apreciar,
dicho impuesto ($ 367,9 mil millones al 2012, algo inflado debido al efecto de
los ingresos del artículo 42 n°1) representa menos del 2% de la recaudación
total. En el 2012, de hecho, representa sólo un 1,6% (igual me resulta muy bajo
ese porcentaje; el que figura en la información que obtuve por la ley de
transparencia es un poco más alto (3%), pero en fin, si está allí imagino que lo
habrán chequeado).
Ahora,
amigo lector, viene lo bueno. Ese impuesto global complementario determinado es
el total de impuesto que pagan en Chile los empresarios nacionales (repito: un
1,6% de la recaudación total, según este informe del SII), pero como tienen un
crédito originado por el tributo de primera categoría enterado por sus
empresas, NO lo pagan. En la línea 29 usted encontrará el mencionado crédito,
que (salvo el 2010) es mayor que el pago efectuado. O sea, no sólo el impuesto
determinado es ínfimo (convendrá usted conmigo en que el 1,6% de la recaudación
total merece ese calificativo), sino que además quienes están sujetos a él
reciben una devolución. Qué bueno sería que quienes arguyen que los empresarios
pagan realmente global complementario, vieran estas cifras y comprobaran en
terreno sus falaces planteamientos. ¡Qué manera de faltar a la verdad!
Por
supuesto, esto no es lo único. Hay más; mucho más. En la línea 30 encontrará
usted unas cantidades negativas nada de despreciables ($ 118 mil millones en el
2012). Ellas corresponden a la rebaja de impuestos, con derecho a devolución,
que disfrutan quienes presentan durante el año lo que se llama “ahorro
positivo” (ocurre cuando la plata que usted ahorró durante el año es mayor que
la retiró del ahorro). Es una granjería dirigida fundamentalmente a quienes
tienen considerables ahorros, vale decir, a aquéllos que se encuentran entre el
10% más acomodado de la población, quienes tienen derecho a descontar del
global complementario hasta un 15% de su “ahorro positivo”. O sea, si usted es
un adinerado inversionista que invirtió $ 200 millones en depósitos a plazo y
fondos mutuos durante el año, tendrá derecho a rebajar $ 30 millones de su
global complementario. No hay caso, ¿verdad? La plata llama a la plata.
El
caso es que, sumando los dos créditos, se obtiene una espectacular devolución:
$ 142.540 millones al 2012, con lo que el pago real por concepto de global
complementario (impuesto determinado menos la devolución) queda reducido a sólo
un 1% de la recaudación total.
Detengámonos
un poco aquí, para entender en toda su magnitud lo que esto significa. El
remanente del impuesto determinado después de restarle la devolución, es lo que
realmente pagan por concepto de “impuesto integrado” las empresas y empresarios
en Chile. En el año 2012, según este informe del SII basado en cifras de la
Tesorería General de la República, este remanente representó menos de un 1% de
la recaudación total de impuestos. En Chile, señores, gracias al sistema
denominado FUT, ésos son los impuestos que pagan nuestras empresas y
empresarios. Menos del 1% de la recaudación total, ¿se da cuenta de lo que eso
significa?
Confrontémoslo
con la otra cara de la medalla: cuánto es lo que reciben empresarios y
empresas. Los datos del Banco Mundial al respecto son conocidos: el 10% más
rico percibe un 42,8% de los ingresos totales del país.
De
manera que ésas tenemos: quienes perciben sobre el 40% de los ingresos del
país, aportan menos del 1% de la recaudación total de impuestos. Ésa es, señor
lector, la principal consecuencia de la aplicación de uno de los sistemas
tributarios más infames e inmorales que
existe en el mundo. ¿Qué le parece esto como explicación de por qué ha
aumentado tanto en nuestro país la concentración de la riqueza?
Estamos
preparándonos para elegir a la persona que llevará las riendas del gobierno
durante los próximos cuatro años. Al respecto, estimado lector, me permito sugerirle
que tenga presente que una de las candidatas, Evelyn Matthei, defiende a
ultranza este sistema. No tiene considerado, de hecho, introducirle cambio
alguno. Si ella gana, nuestros empresarios seguirán pagando los irrisorios impuestos
descritos más arriba, ese 1% del total de la recaudación tributaria.
Respecto
de la otra candidata, Michelle Bachelet, me permito sugerirle que tenga
presente que los cambios que ella propone al sistema vigente, no son tales. Su
propuesta plantea la eliminación del FUT, pero las medidas específicas que propone
para implementar dicho cambio, le aseguran larga vida al mencionado registro (además, parece que estuviera preparando sus propuestas con el codo; ¿qué le pareció el numerito del impuesto específico a la educación que acaba de sacar a colación parte de su equipo?).
La
verdad, amigo lector, es que da rabia lo que ocurre. Las dos alternativas de gobierno
de que disponemos, empecinadas en defender un sistema que sólo favorece a las
mayores fortunas. Connotados profesionales del mundo de la economía,
defendiendo un sistema espurio, porque seguramente no lo entienden, ya que
nunca en su vida han elaborado un balance ni usado el registro FUT. No saben cómo
opera, ya que si lo supieran, no afirmarían con tanta soltura que la propuesta
de Bachelet conlleva su eliminación.
Lamentablemente,
no hay más alternativas. Una de las dos será la próxima presidenta. Sólo queda
transparentar la infamia para, en una de ésas, conseguir que no se siga
perpetrando. Aunque eso se podría lograr sólo si a las candidatas de verdad les
importara el bienestar de la población. De toda la población. No sólo del 10%
más acomodado.
¿Será pedirles demasiado?
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