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Mostrando las entradas de junio, 2014

¿POR QUÉ LA DC DEFIENDE EL “SUBSIDIO A LAS CONSTRUCTORAS”?

La teoría económica recomienda que si usted decide, por las razones que sea, subsidiar a alguien, debe hacerlo directamente, sin intermediarios ni alambicados métodos indirectos. Hay unanimidad al respecto entre los entendidos (los verdaderos, por cierto) y en los textos de economía más reputados: los subsidios deben entregarse directamente a los beneficiarios, ya que sólo así se tiene la certeza de que llegan a sus manos y no se pierden en el camino. Por cierto, hacerlo así también facilita la permanente comprobación de que el beneficio no está siendo mal aprovechado, por ejemplo, por quienes se valen de la coyuntura para lucrar con él. En consecuencia, si usted quiere subsidiar la adquisición de viviendas de hasta $ UF 2.000 con un monto equivalente a la actual granjería del 65% del IVA a la construcción, lo puede hacer de una manera muy sencilla e infinitamente más eficiente, justa y adecuada que el absurdo método imperante. ¿Cómo? Entregándoles ese beneficio directamente a l

¿De verdad necesitamos una Cámara de Diputados?

El presupuesto vigente de la Nación revela que la Cámara de Diputados nos costará este año $ 58,5 miles de millones, esto es, casi 2,5 millones de UF. La cifra es contundente: equivale a unos 5.000 subsidios de vivienda, por ejemplo. En un país con tantas carencias como el nuestro, coincidirá usted conmigo, tiene múltiples usos alternativos. El punto es: ¿está bien gastada? ¿Estamos los chilenos haciendo buen uso de nuestros escasos recursos destinando un monto tan elevado a mantener en funcionamiento a la mencionada institución? Para responder a esta interrogante, valedera por cierto ―las sociedades, y en particular la nuestra, deberían estar permanentemente evaluando los costos y los beneficios de sus sistemas administrativos―, es necesario contestar de manera previa otra pregunta: ¿es realmente necesaria para el país la Cámara de Diputados? Más que eso, ¿es realmente útil? Lo invito a que tratemos de responderla. Dos son los ámbitos en donde debemos explorar: las atribu

¿Es inconstitucional el proyecto de modificación del sistema binominal?

Parece verso, pero no lo es. Está, de hecho, en las antípodas de tal arte literario. Como usted sabe, a comienzos de mayo el gobierno hizo llegar al Congreso su proyecto de modificación del sistema binominal, destinado, según el mensaje presidencial que lo acompañaba, a conseguir seis propósitos, todos ellos muy loables pero que, claramente, pueden lograrse sin necesidad de aumentar el tamaño del Congreso. El citado proyecto consta de tres artículos, el tercero de los cuales se refiere, como manda el cuarto párrafo del artículo 67 de nuestra Carta Fundamental, a la fuente de la cual provendrá el financiamiento del sistema propuesto. Señala literalmente: “ El presente proyecto de ley se financia con cargo a los recursos contemplados en la Ley de Presupuesto para la partida 02 Congreso Nacional” . ¿Qué dice la norma indicada? Lo anoto textual: “No podrá el Congreso aprobar ningún nuevo gasto con cargo a los fondos de la Nación sin que se indiquen, al mismo tiempo, las fuentes de

¿Quién dijo que las AFPs son un buen sistema?

Usted, estimado lector, es una persona ilustrada. Sabe, por consiguiente, que en este complejo mundo donde vivimos, los absolutos son muy escasos, por no decir que no existen. Así, conceptos como la belleza y la fealdad, la bondad y la maldad, el egoísmo y la solidaridad, y tantos otros, nacen de la comparación. Usted no es bonito o feo por definición. Lo es en relación con otro ser humano o con algún patrón promedio de belleza, ya sea explícita o implícitamente aceptado por la mayoría. El dicho popular “cuestión de gustos” sintetiza esa realidad: las características, los adjetivos, no son categóricos e irrefutables; dependen del parangón que utilicemos para asignarlos. Nuestro sistema de fondos de pensiones no escapa a esa realidad. Para saber si es bueno o malo, no son suficientes las declaraciones ni los artículos publicados por la asociación gremial que agrupa a las AFPs. ¿Se imagina al gerente de esta institución declarando que el sistema perjudica al afiliado? Sería como si

¿Por qué en Chile regalamos a las empresas los servicios públicos que consumen?

Partamos señalando que en el mundo, sólo 9 países de un total de 140 regalan a las empresas que desarrollan sus actividades comerciales en ellos, los servicios públicos que consumen : 6 de los denominados paraísos financieros ―Bahamas, Bermuda, Islas Caimán, Islas Marshall, Turcas y Caicos e Islas Vírgenes Británicas―, 2 naciones árabes productoras de petróleo ―Bahrein y Emiratos Árabes Unidos― y Chile, que no es ni lo uno ni lo otro (al respecto, sería interesante comparar la magnitud de los servicios que las empresas reciben del Estado en dichos países, frente a los que reciben en Chile). Un décimo país, Qatar, se los obsequia sólo a las empresas nacionales, pero se los cobra a las extranjeras. Los 130 restantes, sin excepción, se los cobran a todas las empresas. A diferentes precios, cierto, pero se los cobran. La forma de cobrarlos es como un porcentaje de sus utilidades, lo que es coherente con el primer principio que debe cumplir todo buen sistema tributario: el del benefici

¿Es Chile un país de sinvergüenzas?

A veces es bueno partir la semana con un poco de semántica. ¿Sabe usted cuál es la palabra que designa a quienes abusan de sus posiciones de poder en beneficio propio? ¿A los que, utilizando los vericuetos que existen en las leyes, evitan cumplir con las obligaciones que éstas les imponen, en especial las tributarias? ¿A aquéllos que se apropian de los recursos públicos a precios irrisorios? ¿A los funcionarios públicos que, pese a ver cómo gente inescrupulosa se lleva el Estado para la casa, hacen la vista gorda y no toman acción alguna para impedirlo (seguramente porque no les conviene)? ¿Conoce usted el término de nuestro vocabulario con el que se denomina a tales personajes? Le doy tres alternativas: sinvergüenzas, descarados y caraduras, y lo invito a revisar sus acepciones en la página web de la RAE. No vaya a la de la Academia Chilena de la Lengua, porque perderá lastimosamente su tiempo.  Ellos piensan que esas consultas no tienen urgencia, por lo que han establecido un fo

Acerca de cambios imprescindibles y caprichos desechables

Con la excepción de la UDI, de algunos sectores más extremos de RN y de la derecha y de los grandes empresarios ―que juran en posición supina que vivimos en el mundo de Bilz y Pap, y que la mayoría de los chilenos, flojos redomados, nos quejamos de llenos― para todo el resto de los ciudadanos de este largo contrafuerte cordillerano con vista al mar, resulta evidente que vivimos en una sociedad extremadamente inequitativa, injusta y segregadora.  Así lo demuestran,  por lo demás, TODOS los indicadores disponibles (casi todos, en realidad; los que elaboran LyD y el Instituto Libertad muestran otra realidad). En semejante escenario, si queremos avanzar hacia una sociedad más equitativa, justa e inclusiva, los sistemas que hoy tenemos NO nos sirven. Todos han sido probados ya durante muchos años ―sistema tributario, 30; sistemas educacional, de salud y de vivienda, 40; modelo de desarrollo, 40; sistema de pensiones, 34; regalo de recursos mineros, pesqueros y bosque nativo a unos poco

La consigna de la desigualdad

“Combatir la desigualdad” es una buena consigna, qué duda cabe. Dado que el problema es tan serio en nuestro país, repetirla incansablemente vende, y mucho. En las pasadas elecciones, de hecho, Michelle Bachelet evitó la debacle de su sector usándola como su principal caballito de batalla. El problema se manifiesta cuando llega el momento de tomar la guitarra y brindar el concierto prometido. Ahí es cuando las promesas se las lleva el viento. Y ésa es también la ocasión donde la generalidad, la falta de detalle, el lugar común, el párrafo difuso, aparecen como sustitutos ideales ―en ambientes poco exigentes, por cierto― para la falta de ideas claras y de programas concretos. En países relajados como el nuestro, no hay muchos inconvenientes en que eso sea así: nadie va a andar por ahí exigiendo que los cambios prometidos se concreten. No lo hará el oficialismo, porque está involucrado directamente en el ítem “promesas no cumplidas”, y no son de los que transitan por la vida hac