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Mostrando las entradas de agosto, 2013

Chile, un país de vasallos

La desigualdad ―ese fenómeno que se produce cuando entre todos fabricamos una torta, pero sólo unos pocos reciben un pedazo grande de ella y el resto, nada más que migajas― es un flagelo que ha azotado al mundo desde siempre. Algunos arguyen que es consustancial a la naturaleza humana; que nuestras capacidades, habilidades y motivaciones son disímiles, y los frutos de éstas ―entre ellos el nivel de ingresos―, como es lógico, también. Otros, que el nivel educacional de las personas es el que la genera; que quienes ostentan competencias elevadas deben, si todo funciona como corresponde, acceder a rentas superiores que aquéllos que no las tienen (piense usted en un médico vs un albañil, por ejemplo); y que, en consecuencia, es la educación el vehículo para superarla. Algo de razón tienen. Sea por la causa que fuere, lo concreto es que siempre habrá desigualdad. Eso no tiene remedio. No obstante, ésa no es la cuestión pertinente. La verdadera interrogante, aquélla que tenemos la

Algunas frases ilustrativas acerca de desigualdad

La desigualdad es el fenómeno que se produce cuando entre todos fabricamos una torta pero sólo unos pocos reciben un pedazo grande y el resto, migajas. Sergio Fernández Figueroa La desigualdad es una condición natural; su dimensión económica es una decisión social Sergio Fernández Figueroa El desarrollo desarrolla la desigualdad Eduardo Galeano "Países en desarrollo" es el nombre con que se designa a los países arrollados por el desarrollo ajeno Eduardo Galeano Trata a tu prójimo como a ti te gustaría que él te tratara Anónimo Algunas personas miran al mundo y dicen ¿por qué? Otras lo miran y dicen ¿por qué no? George Bernard Shaw

La desigualdad sí es un problema. Y es un problema grave

Cuando uno lee columnas como la última de Teresa Marinovic en El Mostrador, normalmente tiende a dejarlas pasar. Superada la incredulidad, el asombro y la desazón que provocan (porque es imposible leerlas sin que dejen un sabor amargo en la boca), uno asume que no vale la pena seguir pensando en ellas. Que posiciones tan egoístas, tan carentes de empatía, y tan faltas de argumentos y conocimientos, también tienen derecho a exponerse públicamente, a disponer de tribuna. La libre expresión debe ser así, libre aunque duela. Sin embargo, frente a esta columna en particular me parece que tal indiferencia no procede. Una síntesis tan brutal de las ideas que, plasmadas en el modelo vigente, nos tienen dentro de las quince peores distribuciones de ingreso del mundo, y además expuesta con tanto desparpajo, es demasiado indignante como para dejarla sin respuesta. Menos en estos tiempos, donde el tipo de sociedad que defiende una de las candidatas a la presidencia, se sustenta justamente en

¿Qué condiciones debería cumplir un sistema de impuesto a la renta equitativo?

Dentro de las razones que justifican el cobro de impuestos, dos aparecen como las más relevantes: financiar el funcionamiento del aparato estatal, y con él de todos los servicios que éste otorga, y redistribuir ingresos. Ambas poseen potente sustento, tanto académico como empírico. En el primer caso, los fundamentos dicen relación con el hecho indesmentible de que todos los habitantes de un país, cual más cual menos, reciben servicios del Estado, por lo que, como lógica consecuencia, deben contribuir a su financiamiento. Desde esta óptica, la situación ideal sería aquélla donde cada ciudadano contribuya al financiamiento del Estado en proporción a los servicios que recibe de éste. En otras palabras, mientras más recibo, más pago. Un caso particular a este respecto son las empresas y demás organizaciones con y sin fines de lucro. Ellas son consumidoras intensivas de servicios estatales. Sólo a manera de ejemplo, mencionaré los que detallé en un artículo anterior: iluminación pú

Jauja... ¿un país desarrollado?

Permítanme presentarles a Jauja, un país de 17 millones de habitantes (contados mediante un censo bien efectuado, hay que decirlo) que colinda con Ningunaparte, Nosedonde y Aquinohaynada, y cuyo PIB pasó de US$ 360 mil millones en el 2011 a US$ 400 mil millones el 2012. Ocurre que Jauja es una monarquía absoluta y su rey, Neoliberato I eI Grande, amo y señor indiscutido, recibe el 80% de dicho PIB (el PIB y el Ingreso Nacional coinciden, ya que Jauja no recibe inversión extranjera ni tiene intereses en el exterior). Hay un grupo de grandes señores de la nobleza que se reparten un 15%, 1 millón de funcionarios públicos que perciben un 4%, y poco menos de 16 millones que son esclavos y, entre alimentos y ropajes, reciben lo que sobra. Durante el año, en un acto supremo de benevolencia y solidaridad, Neoliberato entregó a sus esclavos, en una emotiva ceremonia, la propiedad de los sucuchos donde, una vez cumplidas sus 18 horas de trabajo, ellos pernoctan hacinados. Quiso con eso,

A propósito de censos y estadísticas varias

A propósito del último censo y de la aguda polémica que se ha generado en torno a sus resultados, es ilustrativo conocer algunas máximas que, a lo largo de la historia, diversos autores han vertido acerca de las estadísticas: La estadística es la primera de las ciencias inexactas; La estadística ha demostrado que la mortalidad de los militares aumenta en tiempo de guerra; La estadística es una ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, ambos tenemos uno; La estadística es la única ciencia que permite a diferentes expertos que utilizan las mismas cifras, sacar conclusiones diferentes; El ser humano promedio tiene una mama y un testículo; Está el caso del hombre que se ahogó cruzando un arroyo cuya profundidad media es de 30 centímetros. Hay tres clases de mentiras: las mentiras propiamente tales, las condenadas mentiras y las estadísticas; Las cifras no mienten, pero los mentirosos también usan cifras; Los hechos son tozudo

¿Pagan las empresas impuesto a la renta por las utilidades que no distribuyen?

Es preciso corregir, para no continuar usando argumentos incorrectos en la discusión tributaria, un error básico demasiado extendido en materia de impuesto a la renta. No es efectivo que las empresas paguen impuestos de primera categoría sólo por las utilidades que distribuyen. Eso es algo así como un mito urbano sin ningún asidero en la realidad. Como cualquier contador entendido podrá confirmar, ellas los pagan, año tras año, por la totalidad de su renta líquida. Permítame explicarlo con un ejemplo: si la empresa XYZ tuvo una utilidad antes de impuesto de $ 200 millones y distribuyó $ 50 millones, pagará con la tasa actual $ 40 millones por concepto de primera categoría, y no $ 10 millones como muchos, equivocadamente, sostienen. El mito urbano posiblemente se origina en que la normativa establece que las empresas no son sujetos de impuesto a la renta. Sólo las personas naturales lo son. Por tal razón, los tributos que pagan aquéllas no son de beneficio fiscal, sino meros an