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Mostrando las entradas de mayo, 2014

La gran mentira de las AFPs

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¿Sabía usted, estimado lector, que todas las rentabilidades reales de los Fondos de Pensiones, publicadas tanto por la superintendencia de AFPs como por la asociación que reúne a estas empresas, son falsas? ¿Sabía usted que ninguna de ellas considera para su cálculo el pago que todos quienes cotizamos, hacemos mes a mes a las AFPs por concepto de comisiones (son rentabilidades brutas, que no consideran los costos necesarios para obtenerlas)? ¿Sabía, además, que pagamos por concepto de comisiones en promedio un 14,1% de nuestras cotizaciones (y no un 1,41% como se nos informa)? ¿No lo sabía? Pues entonces, permítame sorprenderlo con la noticia. LOS VERDADEROS COSTOS Le explico cómo funciona el sistema, para que tenga clara la película. Mes a mes, durante los primeros diez días, las empresas deben traspasar a las AFPs las retenciones que efectuaron a sus trabajadores por concepto de cotizaciones previsionales durante el mes anterior. Dichas empresas reciben las cotizaciones y la

El “sistema integrado” de impuesto a la renta y los derechos ciudadanos

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Nuestros derechos fundamentales están detallados en el artículo 19 de nuestra Carta Fundamental, donde se establece que se aseguran “a todas las personas” (sin hacer distinción de si son naturales o jurídicas). Respecto de los sistemas tributarios que nos rigen, son aplicables los siguientes: 2°. La igualdad ante la ley. 20°. La igual repartición de los tributos en proporción a las rentas o en la progresión o forma que fije la ley, y la igual repartición de las demás cargas públicas. En ningún caso la ley podrá establecer tributos manifiestamente desproporcionados e injustos. 22°. La no discriminación arbitraria en el trato que deben dar el Estado y sus organismos en materia económica. Sólo en virtud de una ley, y siempre que no signifique tal discriminación, se podrán autorizar determinados beneficios directos o indirectos en favor de algún sector, actividad o zona geográfica, o establecer gravámenes especiales que afecten a uno u otras. En el caso de las franquicias o be

La "libertad de enseñanza"

En el mundo de las ciencias sociales ―las que, le recuerdo, estudian a las sociedades con el propósito de lograr que mejoren su funcionamiento― no siempre las grandes definiciones surgen de la mente de aquellos eximios pensadores que han dedicado su vida a estudiar un determinado problema. Hay veces, como ocurrió hace pocos días en Valparaíso, en las que nacen del sentir ―del dolor, de la ira, de la desilusión y, por qué no decirlo, también de la resignación― de quienes conviven con él. No de los que lo estudian, sino de aquéllos que, para su desgracia, lo padecen en carne propia. Porque, ¿cómo define usted la excesiva desigualdad? ¿Bajo qué acepción ubica a ese flagelo enraizado en nuestro país desde hace largos seis siglos y que, al parecer, nos seguirá acompañando por otros tantos? La mejor definición que, por muy lejos, he escuchado, la dio una de las pobladoras afectadas por el atroz incendio que arrasó, hace pocos días, la parte alta de Valparaíso. Ante una desubicada pr

¿NECESITA USD 8.200 MILLONES CON UNA MEJOR REFORMA TRIBUTARIA? AQUÍ LOS TIENE

A estas alturas del partido ―poco más de un mes después de que Michelle Bachelet presentara en sociedad su propuesta de reforma tributaria― parecen estarse formando dos consensos: primero, que una reforma tributaria resulta cada vez más imprescindible e impostergable; y segundo, que el proyecto de nuestra presidenta no es, y está muy lejos de serlo, la mejor alternativa para tal efecto. Las razones del primer consenso resultan evidentes: hay que reducir drásticamente los actuales niveles de desigualdad (durante los últimos 30 años se han mantenido casi sin variación), lo que obliga a implementar de una vez por todas las reformas que, en casi todos los ámbitos de nuestra sociedad, se requieren para tal efecto (entre ellas, desde luego, las que se precisan en el tributario). Las razones del segundo también parecen serlo: la propuesta Bachelet no resuelve los graves problemas de inequidad que arrastra el sistema vigente, y es una verdadera maraña, que rivaliza con el laberinto

Una muy mala reforma tributaria

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Dejémoslo claro desde un principio: Chile necesita, de manera urgente, una reforma tributaria, porque el actual sistema es demasiado injusto e inequitativo, y porque se precisan ingentes recursos para abordar todas las indispensables reformas sociales que ya no pueden seguirse postergando. Sin embargo, eso NO significa que cualquier reforma tributaria sea buena . De hecho, la que irresponsablemente pretende imponernos Michelle Bachelet con la mayoritaria complicidad de nuestro desprestigiado Parlamento, es una mala reforma; un desacierto indigno del nivel de estudios y experiencia de sus autores. ¿Por qué? Lo explico a continuación. El concepto de “bueno” o “malo”, como es bien sabido, es relativo. Una obra humana no es buena o mala “per se”. Tal calificación la adquiere por tres vías: como resultado de una comparación con algún patrón o estándar de medida (la pauta de una prueba, por ejemplo); como consecuencia de contrastarla, según determinados parámetros de medición, f

El aberrante "subsidio a las constructoras"

De entre las tantas medidas que plantea el proyecto de reforma tributaria de Michelle Bachelet, una de las más cuestionadas por el mundo empresarial y por los partidos de la ex Alianza, es la reducción del beneficio del crédito especial de 65% de IVA a la construcción de viviendas (erróneamente denominado “subsidio a las constructoras”). La propuesta del gobierno (la imposición, más bien, ya que no puede ser considerado “propuesta” algo que se va a aprobar sí o sí, por muchos argumentos válidos que existan en su contra) contempla rebajar el límite de precio de las viviendas cuya construcción puede acogerse a él, desde UF 4.500 a UF 2.500, y el tope del beneficio, desde UF 225 a UF 100. Permítame decírselo con todas sus letras: este beneficio tributario es uno de los más aberrantes, y absurdos que pudieron haberse ideado para fomentar con recursos públicos una determinada actividad. Es tan irracional, que en ningún país serio en materias económica y tributaria tendría cabida. Le ex

La era del RUA

El tema “reforma tributaria”, como es fácil constatar leyendo la prensa, no amaina. Diariamente, surgen más y más opiniones, posiciones, planteamientos y estudios que, más que entrar al fondo del asunto, pretenden instalar en la opinión pública tal o cual punto de vista. Podríamos decir que la mayor parte de ellos, más que análisis serios, son meros panfletos publicitarios, fácilmente asimilables al video del gobierno o a los volantes de la UDI. Un ejemplo clarísimo de esta particular forma de debatir, tiene que ver con los efectos que tendrá la reforma en la liquidez de las empresas. Aunque muchas de las consecuencias del proyecto son difíciles de prever (creo que ni sus mismos autores saben que ocurrirá exactamente, como cuando alguien dinamita una construcción sin preocuparse por el vecindario), aquéllas pueden anticiparse con bastante certeza. Veamos un par de ejemplos: Efectos sobre la caja de las pymes: todas aquellas empresas cuyo impuesto de primera categoría sea igual