Una mala reforma tributaria
Antes de partir, permítame dejarle claro, por si hiciera alguna falta, que no pertenezco al 1% más acomodado del país. Tampoco formo parte de ningún grupo económico ni milito en partido político alguno. Mi crítica, por consiguiente, no está teñida por prejuicios, ni marcada por intereses individuales o grupales. Aclarado el tema de mi independencia, lo invito a conocer mi dictamen: es cierto que necesitamos una reforma tributaria de manera urgente, porque el sistema tributario actual es demasiado injusto e inequitativo, y porque se requieren ingentes recursos para abordar todas las reformas sociales que ya no pueden seguirse postergando. Sin embargo, la que pretende imponernos Michelle Bachelet, con la irresponsable complicidad del Parlamento, es una muy mala reforma; un mamotreto indigno del nivel de estudios y experiencia de sus autores. ¿Por qué? Lo explico a continuación. El concepto de “bueno” o “malo”, como es bien sabido, es relativo. Una obra humana no ...