¿Cómo combatimos la corrupción?
Aunque no al nivel de otros países (todavía, al menos), lo concreto es que la corrupción está instalada desde hace tiempo en nuestra vida diaria. Ya en los ochenta, en plena dictadura, se mencionaban las jugosas “coimisiones”, cobradas por quienes detentaban los cargos claves, como un factor relevante en las privatizaciones de empresas públicas, en la enajenación de bienes fiscales, en las adquisiciones de bienes y servicios por parte del Estado (entre ellas, las de material militar), en el uso de recursos públicos para fines privados (¿se acuerda de los "pinocheques"?) y en el otorgamiento de créditos Corfo. Se hablaba, por esas fechas, de verdaderos equipos multidisciplinarios, antecesores de los lobbies, a los que había que recurrir para conseguir determinados beneficios, aunque no se dispusiese de los requerimientos mínimos para tal efecto. Con la llegada de la democracia, el problema no se corrigió (tampoco, como sabemos, se investigó). En una de ésas, hasta se acr...