El sistema tributario chileno: ¿un experimento fallido o un caso de sinvergüenzura extrema?
Si usted, amigo lector, quiere analizar nuestro sistema tributario ―hay días en que uno amanece con intenciones de abordar tareas como ésa―, no debería resultarle difícil. Sólo debe comprobar dos cosas: que se ajusta a los principios básicos que debe cumplir todo buen sistema tributario; y que recauda lo necesario y suficiente para satisfacer las necesidades fiscales y sociales. En semejante escenario, usted podría presumir que hay abundantes estudios y análisis que se ocupan del asunto; que nuestras instancias académicas (universidades, centros de estudios especializados), poseen una morrocotuda (término “sapolivingtonístico”) colección de profundos y sesudos ensayos que escudriñan la materia desde todas las ópticas posibles. Mal que mal, el tema tributario es uno de los que nos marca día a día, que está omnipresente en todas (o casi todas) las acciones económicas que ejecutamos, y que incluso puede marcar la diferencia entre una sociedad acogedora, inclusiva y colaborativa, de l...